«Fui Ernő Szép.» Con esta frase se presentaba a sí mismo el dramaturgo, poeta y novelista húngaro durante los últimos años de su vida. Colmado de éxito y rodeado de admiradores en sus años juveniles y primera madurez, en la última década de su vida fue relegado al completo olvido.
El olor humano es la última gran obra en prosa de Ernő Szép publicada en vida. Se trata de la crónica en primera persona, a modo de diario, de un momento histórico denso y trágico: la ocupación alemana de Hungría en marzo de 1944, los tímidos intentos del regente Miklós Horthy de proteger a los judíos y el posterior gobierno filonazi de Ferenc Szálasi.
El intelectual, que entonces tenía sesenta años, relata los sucesos de apenas tres semanas; nos cuenta cómo se vio obligado a mudarse a una casa marcada con la estrella de David y cómo fue destinado a trabajos forzados. Testigo y víctima de la locura antisemita, Szép observa el sufrimiento de su gente, la crueldad de los verdugos, la indiferencia de muchos y la generosidad de unos pocos heroicos ciudadanos. Es una crónica trágica, y sin embargo no renuncia a capturar en lo indigno destellos de piedad, de belleza y hasta de ironía.
Citado por el Premio Nobel Imre Kertész como libro de referencia, El olor humano escenifica el desesperado esfuerzo del hombre por conservar intacta su dignidad ante la adversidad. Szép no describe la realidad de los campos de concentración, sino que habla de aquellos hombres que vivieron la amenaza de la deportación y sufrieron por el destino de familiares y amigos ya perdidos, borrados para siempre del mundo.
Ernő Szép (1884-1953). Nacido en una humilde familia judía de una provincia húngara, llegó a Budapest a los diecinueve años para colaborar en distintas revistas literarias y periódicos del momento. Desde su lanzamiento fue colaborador de Nyugat, revista literaria de orientación burguesa, europea y humanista que en su momento fue el centro de la vida cultural del país. Escribió folletines para diferentes periódicos y también trabajó para el Cabaret Bonbonierre, escribiendo monólogos humorísticos, escenas satíricas y canciones que le valieron una gran popularidad.