En el período negro de Shakespeare, al que pertenece El rey Lear, los mil conflictos entre el bien y el mal, la fealdad y la belleza, inocencia y crimen, pureza y mancha, amor y odio, orden y desorden, leyes naturales y anarquía, se saldan en una desesperación infinita. Así, el Maquiavelo impetuoso de los comienzos del teatro isabelino se transforma en héroes senequista.