" La tempestad " está considerada como la invención más sincera y original de Shakespeare. Es también la " summa " de su cultura acumulada a través de los años, y sobre todo de su experiencia teatral. Es ante todo un experimento en el ámbito del espectáculo: explota, deliberadamente, como ninguna otra obra precedente, los recursos y trucos de escena y hace del elemento musical y de todos los efectos sonoros una estructura que recorre la obra.
La figura de Próspero se contempla esencialmente en " La tempestad " en su contexto natural que no es sino teatral. Su magia, su arte, son una reflexión sobre el arte del dramaturgo. Metateatro y psicodrama jugando sobre una serie de sugerencias que inducen a los personajes a autorrevelarse y a la vez a reconocerse como parte de una inteligencia más amplia que los incluye, como parte del diseño con el que el mago-dramaturgo se explica a sí mismo.