Un reparto de asesinos se basa en una historia rigurosamente verídica. En 1967, cuando ya llevaba varios años alejado de los estudios, uno de los grandes nombres del cine americano, King Vidor, se dedicó a investigar un turbio episodio del Hollywood de antaño: el asesinato, en 1922, del realizador William Desmond Taylor, que causó un gran escándalo en su día y quedó sin resolver. La pesquisa de Vidor, inicialmente encaminada a un proyecto fílmico, fue archivada por el cineasta, precisamente porque le llevó a la virtual resolución del caso, que implicaba a personas aún vivas entonces.
Basándose en el material que Vidor archivó, Kirkpatrick reconstruye esta increíble investigación, que nos depara una fascinante peripecia detectivesca y un atisbo de una sociedad turbulenta y corrupta, en la que la droga, la homosexualidad y el crimen constituyen el sustrato oculto de la deslumbrante edad dorada del cine mudo.
Como dice The New York Times, lo realmente apasionante es que «Kirkpatrick tiene entre las manos un caso vivo? el lector se encuentra a sí mismo pendiente de cada quiebro en la mente del investigador y en la evolución de cada diálogo»; «Es sensacional? uno de los clásicos de la literatura policial de nuestro siglo», The Guardian; «En Un reparto de asesinos, la vida misma, sin una gota de ficción, adquiere una trama perfecta y sombría de novela policial», Antonio Muñoz Molina.