Hungría, 1956. Sin decir una palabra, Katalin huye hacia el mundo capitalista y abandona a su familia. Su marido, Kálmán, vende la casa y la granja y decide recorrer el país con sus dos hijos, Kata e Isti. Mientras Kálmán cae en un estado de melancolía, Kata y su hermano pequeño tratan de mitigar su desconcierto. Sólo cuando están cerca del agua, a la orilla de algún río o junto a un lago, cuando observan cómo nada su padre o cuando ellos mismos lo hacen, sólo entonces hallan momentos mágicos de ligereza y felicidad. Con esta novela, melódica y nostálgica, Zsuzsa Bánk ganó el premio Aspekte del año 2002 por el mejor debut en prosa en lengua alemana, y se ha convertido en una autora de prestigio.