Desde que Felix le confiesa a su amada que sólo le queda un año de vida, la convivencia entre ambos se convierte en un tormento sutil pero tenaz. La vida se estrecha repentinamente y Marie, rebosante de belleza y juventud, se debate entre la entrega más abnegada al enfermo y la necesidad de encauzar su vida, al menos, en la posibilidad de un futuro. El recelo y la desconfianza se convierten en un espejo invertido de equívocos y ambigüedades, y este morir el eclipse, imperecedero e irresoluble, del amor.