Tras más de veinte años en el exilio, Voltaire, una de las figuras más influyentes de la Ilustración, vuelve a París acompañado por su leal secretario Wagnière. A sus ochenta y cuatro años, ha dejado atrás su finca de Ferney, en los Alpes, con el presentimiento de que tal vez ya no regresará y el temor de que la muerte quiebre su mala salud de hierro. Llegado el momento, tendrá que decidir si quiere confesarse con el fin de descansar en sepultura cristiana o si prefiere negarse y ejercer de «patriarca de los filósofos». Pero antes se ha propuesto cosechar un clamoroso triunfo en la capital francesa.
Esta novela se adentra en el Siglo de las Luces y recrea el final de la vida de un genio del pensamiento y la literatura cuyos ideales se enfrentaron con el Antiguo Régimen. Tras su extraordinario acercamiento a grandes personajes históricos en Las confidencias del conde de Buffon y El secreto de Goethe, Martí Domínguez muestra la confrontación entre los ideales humanistas que defendía Voltaire y la intolerancia religiosa de las instituciones del Antiguo Régimen, trazando un portentoso retrato intelectual y humano de uno de los personajes más emblemáticos de la Ilustración, que no ha perdido un ápice de vigencia.