Francisco Umbral logra una crónica magistral de la adolescencia y la provincia que va desde el milagrismo de la guerra y la posguerra al realismo cotidiano de la pequeña ciudad; del cielo de España por el que volaban los obispos al infierno de los más duros trabajos de la época, pasando por el purgatorio de la adolescencia.
Pío XII, Millán Astral, la Virgen de Fátima y la guardia mora de Franco transitan con naturalidad por esta obra brillante, irónica y melancólica que fue finalista del Premio Planeta 1985.