El padre de Lauren está gravemente enfermo y su joven hija no tiene más remedio que buscar trabajo. Desesperada, acude al frío y calculador Philip Whitworth, un importante empresario que le consigue un empleo que le deparará sorpresas insospechadas. Para ello, Lauren se incorpora a una empresa de la competencia con el único objeto de dedicarse al espionaje industrial. En esta situación se enamorará de Nick Sinclair, principal rival de Philip, y se verá atrapada en una difícil encrucijada de deseo, pasión y mentiras.
Los negocios y el corazón nunca han hecho buena pareja.