Beremiz Samir, "el hombre que calculaba', enfrenta un sinnúmero de desafíos en el marco de un antiquísimo
Irak, habitado por califas, jeques y visires. En cada uno de los relatos, Samir demuestra su dominio sobre los números,
pero esa sabiduría va acompañada por una reflexión que siempre tiene una razón ética, de justicia, que hace desaparecer
el problema y el desacuerdo entre los hombres, que muchas veces se deben a cuestiones insignificantes. Y es que Samir
es un hombre sabio, un hombre de paz que no busca el poder sino la tranquilidad de vivir una vida plena y feliz.