Sin embargo, su tutor, el obstinado borrachín Rafe, duque de Hoolbrok, está dispuesto a impedírselo con todos los medios a su alcance.
La tormenta estalla cuando aparece en escena Gabe, el medio hermano de Rafe, de igual apariencia que el duque pero que no comparte ninguno de sus molestos defectos. Para Imogen, las virtudes morales de Gabe le convierten en el perfecto heredero del título... y sus otras virtudes, en el candidato ideal para compartir su lecho.
El juego de las apariencias y la seducción llegará a un inesperado climax cuando Imogen, Rafe y Gabe empiecen a ensayar una representación teatral en la que nada será lo que parece y en la que finalmente sus verdaderos sentimientos queden desenmascarados.