Diez años les concedió la vida a doña María Pacheco y a Juan de Padilla para amarse con intensidad antes de que él fuera degollado en Villalar el 24 de abril de 1521. Ambos alentaron la revuelta de las Comunidades de Castilla y lucharon hasta el final contra el poder absoluto del emperador Carlos V y la ambición de los nobles, tanto castellanos como flamencos. Lucharon y perdieron, y fueron condenados al oscuro rincón destinado a los derroteros.Doña María, "la leona de Castilla", murió en el exilio a los treinta y cinco años de edad, abandonada por su poderosa familia. La presente narración recupera la memoria de esta mujer rebelde que nunca pidió perdón a su real enemigo y le devuelve la dignidad que la Historia le arrebató hace ya cerca de cinco siglos.