En el año de su consulado (63 a.C.), Cicerón (106-43 a.C.) tuvo que hacer frente a un intento de golpe de estado encabezado por Catilina. Creyendo cumplir con las obligaciones del cargo, pronunció contra el cabecilla de los conjurados cuatro discursos que tuvieron una influencia decisiva en la frustración del complot. Años más tarde, según la costumbre al uso y probablemente para justificar su actuación, los publicó como obra autónoma. Desde ese momento las Catilinarias contribuyeron como ningún otro discurso a la fama de su autor, así como también a la del propio Catilina, y son todo un clásico de la oratoria política. La introducción al presente volumen proporciona los datos del contexto histórico necesarios para comprender mejor los propios discursos.
Traducción e introducción de Crescente López de Juan