Conocido ya por los lectores españoles gracias a Máscaras, Paisaje de Otoño y Pasado perfecto (Andanzas 292, 345 y 397), Leonardo Padura nos entrega ahora Vientos de Cuaresma, la pieza que cierra el círculo de su tetralogía «Las cuatro estaciones». Protagonizada, como las otras tres, por el reflexivo y pesimista teniente Mario Conde -para los entendidos el Conde-, Vientos de Cuaresma es, a la vez, un thriller desconcertante y una novela de amor.
En los infernales días de la primavera cubana en que llegan los vientos calientes del sur, coincidiendo con la Cuaresma, al teniente Mario Conde, que acaba de conocer a Karina, una mujer bella y deslumbrante, aficionada al jazz y al saxo, le encargan una delicada investigación. Una joven profesora de química del mismo preuniversitario donde años atrás estudió el Conde ha aparecido asesinada en su apartamento, en el que aparecen además restos de marihuana. Así, al investigar la vida de la profesora, de impoluto expediente académico y político, el Conde entra en un mundo en descomposición, donde el arribismo, el tráfico de influencias, el consumo de drogas y el fraude revelan el lado oscuro de la sociedad cubana contemporánea. Paralelamente, el policía, enamorado de la bella e inesperada mujer, vive días de gloria sin imaginar el demoledor desenlace de esa historia de amor.