En mayo de 1890 se produjo uno de los acontecimientos más importantes de la Vizcaya moderna, el nacimiento del movimiento obrero y la consagración del socialismo como partido político de masas.
El análisis de las causas por las que miles de obreros mineros decidieron seguir a ese pequeño grupo de socialistas, liderados por un hombre de actitud hosca y de largas barbas, Facundo Perezagua, y el estudio de por qué los obreros fabriles les secundaron, son el objetivo de la presente obra. Un análisis hecho desde un punto de vista novedoso y no realizado hasta la actualidad para este caso, la historia de las emociones.
Así, a lo largo del trabajo se desgrana cómo se produjo la experiencia obrera de la industrialización y modernización en Vizcaya, qué emociones generó, y de qué manera fueron expresadas, tomando la forma política del movimiento obrero de la mano del Partido Socialista. Un socialismo vizcaíno que vivió su propia evolución desde 1890 hasta 1915, en la cual se ponen de relieve no solamente las diferencias en lo programático e ideológico, sino también en lo emocional.
En la Vizcaya industrial de 1890, las emociones obreras se convirtieron en política socialista, y la navegación emocional que entonces inicia el movimiento obrero es el hilo conductor de la presente obra.