Angustia, opresión y miedo son palabras esenciales en el relato de un hombre que piensa el mundo: desde la enfermedad a los males de nuestro tiempo. Lección moral, y de lucidez, en medio de la consumación, el hombre que nos habla en este relato ejemplar podría ser personaje de un renacido Thomas Bernhard o del mismísimo Dante (del limbo a las puertas del infierno). Un país dividido por la guerra, una joven periodista torturada y asesinada... El Apocalipsis no está tan lejos, y de cuando en cuando aparece a la vuelta de la esquina. «Es posible que la antesala de la muerte sea la propia muerte.» Desde El asco, de Horacio Castellanos Moya, pocos «exabruptos» a la altura de éste nos ha ofrecido la literatura en español.