Limitando con los Pirineos al norte y el mar Mediterráneo al este, Cataluña es una de las regiones que ofrece al turista una mayor variedad de paisajes: las altas cumbres pirenaicas con sus concurridas estaciones de esquí compiten con las playas veraniegas de su Costa Brava y su Costa Dorada.
Y lo mismo podríamos decir de sus poblaciones, desde la cosmopolita Barcelona, que se incluye en todos los itinerarios por la península y el Mediterráneo, no hay crucero por este ?mar nuestro? que no haga escala en su puerto, a los pequeños pueblos perdidos en las laderas de los Pirineos o del interior, y que tantas joyas y obras de arte encierran. Pero merecerá la pena también adentrarse en su interior y sus otras capitales: Lérida y sus recuerdos de la Guerra Civil, Tarragona y sus restos romanos, Girona y su barrio judío.
Complementando esta variedad nada mejor que una cocina que ha sabido actualizarse y sus cocineros convertirse en referencias imprescindible de la gastronomía mundial. Y por último sus comarcas vinícolas donde otros tantos placeres esperan al viajero.