Los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahrein son tres monarquías petroleras situadas en el Golfo Pérsico visitadas hasta hace pocos años apenas por los hombres de negocios, pero que en esta última década se han convertido en un destino turístico por excelencia debido a varias razones: una notable evolución social que ha supuesto una gradual liberalización de las costumbres y un impresionante crecimiento económico que ha posibilitado el desarrollo de unas infraestructuras muy atractivas para el viajero.
Y unido todo ello a la cercanía desde España, cubierta en cómodos vuelos directos por las compañías aéreas de bandera de los respectivos emiratos.
Qatar, y sobre todo Dubai, ofrecen a los visitantes unas ciudades interesantes, en plena expansión, y habitadas por unas gentes ansiosas de recibir lo mejor que pueda darles Occidente, sin que por ello deban renunciar a sus tradiciones
Y Omán, el país más extenso y hermoso de este grupo tiene como aliciente un mayor pasado cultural e histórico y una mucha mayor posibilidad de contactar con la población nativa, ya que, a diferencia de emiratíes, qataríes o bahreinitas, su producción de petróleo y gas no ha sido suficiente para hacer ricos a todos sus nacionales, por lo que deben ocuparse de la mayoría de los oficios, en vez de dejarlos en manos de los inmigrantes.