Todos los libros de Ana María Lajusticia intentan enviarnos
algún mensaje. En esta ocasión quizá sea uno de los más
importantes: una correcta alimentación constituye la base
principal de un óptimo rendimiento intelectual, no solo
como pilar del correcto funcionamiento de nuestro organismo,
sino también para ser capaces de responder a distintos tipos
de actividades, ya sea en el trabajo, en los estudios o en la
relación con los demás.
Hasta hace unas décadas los trabajos estaban ligados a la idea
de movimiento. En cambio, desde mediados del siglo XX y ya
en plena era de las tecnologías y el avance industrial, la
mayoría de las actividades laborales se realizan ante una mesa
de despacho o alguna máquina. Y lo que es peor, cada vez más
es acuciante y preocupante la cantidad de niños educados
en el sedentarismo.
Ana María Lajusticia, la autora que se ha convertido en la
mejor valedora de un correcto cuidado del cuerpo y las
articulaciones, también nos enseña a reconocer la importancia
de comer bien para rendir mejor. Nuestro cerebro estará vivo
y libre de “oxidantes” si desde por la mañana lo nutrimos bien
y además lo acompañamos de alguna actividad física. Este
libro nos da las claves para conseguirlo.