Hay países con encanto y otros, no sabemos por qué, siendo muy parecidos no lo tienen o nosotros no lo percibimos. Sin duda, Vietnam sí lo posee. Sus paisajes de arrozales de infinitos verdes o de rocas que emergen como hadas de piedra en bahías de cuento; la forma en que se presentan los platos o el café en los restaurantes, la manera de saludar, de sentarse en la calle, los ao dais, esos trajes tradicionales de las jóvenes tan hermosas; la cortesía de los niños...
Y además, se ha convertido en los últimos años en otro de los grandes destinos turísticos del Sureste Asiático gracias a la aparición de hoteles de todos los precios, una red de transportes que ha experimentado una mejora impresionante y un crecimiento económico casi constante a pesar de las repetidas crisis mundiales.
Vietnam ofrece playas e islas tropicales, montañas, cuevas o deltas de enormes proporciones; ciudades con muchos vestigios culturales antiguos y aldeas encantadoras, y cada vez es más fácil llegar al punto más remoto. ¡Seguro! ¡Vietnam es especial!