Los niños tienen una extraordinaria capacidad de asombro
y una curiosidad prácticamente ilimitada, dos cualidades que
los convierten en pequeños grandes filósofos. El niño filósofo
es una herramienta clave, tanto en casa como en la escuela,
para potenciar esta inteligencia filosófica que les permitirá
desenvolverse como ciudadanos activos y comprometidos.
El libro está organizado en dos partes: la primera parte nos
invita a considerar los beneficios que la educación filosófica
puede conllevar en el desarrollo intelectual, personal y
social de los niños. La segunda parte plantea doce grandes
preguntas, legado de doce importantes pensadores de la
tradición occidental, y propone ejercicios prácticos para
que familias y educadores puedan abordarlas con los niños
desde la crítica, el diálogo, el juego y la creatividad.
La herramienta ideal para que familias y educadores
desarrollen la inteligencia filosófica de los niños