Hitler, Franco, Mao, Mussolini, Pétain, Churchill, Kennedy, Stalin: los hombres más poderosos del siglo xx han mantenido vínculos complejos con sus médicos. Prescriptores de diversos tratamientos y confidentes indispensables, estos profesionales trabajaron con discreción detrás del poder. Garantes de la capacidad de los jefes de estado para gobernar, fueron los únicos testigos de sus secretos y debilidades. Siempre cargada de tensión, la relación entre estos pacientes y sus médicos fue tan turbulenta como estrecha. ¿Cuál era la responsabilidad de esos médicos cuando permitían que personas enfermas liderasen una nación, incluso, en guerra? ¿Cómo funciona este dúo a menudo inseparable? ¿Dónde empiezan y terminan la integridad, la ética, la lealtad y la ambición ante la cercanía a tanto poder, siempre tentadora? Un libro revelador que muestra al lector el inquietante lado oculto del poder.