Grafitis para neandertales es un libro híbrido en cuya aleación se mezclan micro-ensayos en prosa y poemas. El cicerone que nos guía por sus páginas es Ñor, una suerte de monje taoísta preocupado por la revelación al mundo de su destino: el colapso ecológico-social y antropológico como consecuencia del fracaso estrepitoso del capitalismo. Jorge Riechmann, siguiendo el ideario de Albert Camus, pone su obra al «servicio de la verdad», aun sabiendo de la incredulidad de la gente, que, como dice María Zambrano, levanta ante ella «un castillo artillado». Pese a ello, su objetivo no es otro que concienciar (no sin ironía o delicados haikus) de la importancia de la compasión, la piedad, la lucidez y el amor para evitar futuros genocidios por el descenso energético y el cambio climático. Acaso se trate de su libro más duro.
Ariadna G. García