Justo después de las doce campanadas de Nochevieja, en la familia Prieto nació una niña tan pequeña que cabía en la palma de una mano. Un día su padre llevó a su hijita a tomar el sol por las afueras del pueblo y recibió la visita de una extraña mensajera que le anunció: ?Cuando cumpla siete años, vendremos a buscarla y se convertirá en la emperatriz del País de los Diminutos?. Curiosamente, en la familia Mendieta nació un niño a la misma hora esa misma Nochevieja, pero muy grande, enorme. ¿Y adivinas lo que le anunciaron?