Este libro ofrece una guía imprescindible para diferenciar el dato falso del verdadero. Cada capítulo es una jugosa aventura por los entresijos de la estadística social. Los números nos pueden enmarañar; por eso tenemos que contar con una cultura numérica básica. El autor ha logrado explicarnos, con una claridad apta para no expertos, cómo interpretar y difundir correctamente un dato social. También desmonta los abusos. Y sobre todo, aporta criterios para desplegar esa capacidad crítica tan consustancial a toda sociedad democrática. En efecto, la cultura no consiste en acumular retahílas de hechos y datos sino en desplegar un análisis contrastado de cuánta información recibimos. Sabemos que en esta sociedad de la información los datos se convierten en el argumento empírico para fundamentar un determinado conocimiento. Con frecuencia, no damos un paso en la vida sin informarnos con datos lo más fiables posibles. Es necesario, por tanto, distinguir datos veraces, recogidos y analizados con rigor y ecuanimidad, frente a datos dudosos y manipulados. Por eso este libro es tan necesario, máxime en un momento catalogado como la era de la posverdad. Puede ser prácticamente un libro de cabecera para una ciudadanía democráticamente exigente.