Estamos en 1962, en los inicios de la revolución sexual, pero la vida discurre con aparente tranquilidad en Greenwood, un suburbio de Connecticut que es la viva imagen del sueño americano: familias unidas, prósperas y felices, paseos por la playa y fiestas regadas de alcohol en bonitos jardines. Jerry Conant y Sally Mathias inician una relación adúltera y fantasean con contraer matrimonio, sin saber que sus respectivos cónyuges, Ruth y Richard, también tienen una aventura.