La Alemania nazi despierta una merecida repulsa por los aborrecibles crímenes que se cometieron bajo aquel régimen abyecto. Pero no es menos cierto que el Tercer Reich suscita también una inconfesada fascinación, que provoca que todo lo que le rodea atraiga un vívido e inextinguible interés.
El que se acerque a estas páginas podrá conocer esa perturbadora dualidad a través de una experiencia inmersiva, mediante la cual experimentará lo que sintieron los alemanes que vivieron aquellos turbulentos años. En la primera parte de la obra, el lector se embarcará en uno de los cruceros a Madeira con los que el régimen premiaba a los trabajadores germanos, viajará por las autopistas que despertaron admiración en todo el mundo o disfrutará de un inolvidable viaje a Río de Janeiro en el dirigible Hindenburg. También podrá, haciendo un ejercicio de imaginación, visitar la Alemania actual para admirar las megaconstrucciones que Hitler hubiera levantado de haber ganado la guerra. Igualmente, se asombrará al conocer los viajes de los exploradores nazis al Himalaya, el Amazonas y la Antártida, o los prodigiosos adelantos técnicos logrados por aquel régimen, que sólo serían superados varias décadas más tarde.
Tras ese espectacular panorama de los brillantes logros alcanzados por la Alemania nazi, el lector deberá enfrentarse en la segunda parte de la obra al terrible contrapunto. Comenzando por las pesadillas que aquel régimen totalitario provocó en muchos alemanes y siguiendo por los episodios menos conocidos del terror y la crueldad que desplegó, esas duras páginas mostrarán hasta qué cotas de iniquidad puede descender el ser humano.