La emperatriz Sissí es más conocida por la idílica vida que se ha trasladado desde el cine y alguna novela romántica, pero está muy lejos de la realidad porque contamos con un documento que es inédito: el diario de Lucheri Louis, el asesino que acabó con la emperatriz. La Emperatriz Isabel de Austria no fue ni la dulce jovencita ni la feliz casada que nos cuenta la filmografía. Más bien era una mujer arisca, acostumbrada a que se hiciera lo que ella decía y de carácter bucólico. Se estima incluso que su propia infelicidad le llevó a una anorexia que terminó haciendo de su apariencia una especie de fantasma arrastrado por los pasillos y sofás de palacio. Lucheri Louis no había planificado su muerte, más bien la Emperatriz se encontró con ella cuando ambos se cruzaron en el puerto al bajarse ella del buque que la acaba de dejar en la lonja de la ciudad. Estamos ante un documento biográfico, no una ficción histórica. Una historia que a muchos le demolerá el alter ego de una emperatriz idealizada, la envidia de todas las niñas que solo la conocieron desde la butaca del cine. En la segunda parte d