Los clásicos de la literatura rusa constituyen una corriente autóctona de las letras universales gracias a la grandeza del espíritu que origina en ellos la necesidad de hablar de los sentimientos más profundos, de los temas más sustanciales en la experiencia de la vida humana. El crítico francés Jules Lemaître dejó dicho que el encanto de los escritores rusos consiste en una modificación y un enriquecimiento de nuestra propia literatura en el contexto de una mentalidad ajena: «Nos abren nuestros propios pensamientos al repensarlos». Así, a la vez que la literatura rusa se caracteriza por una expresividad de alcance universal, su unicidad aporta una nueva perspectiva frente a la existencia, cuya actualidad se renueva en todo momento. ¿A qué acudir en los oscuros momentos de desolación? ¿Cómo no sucumbir ante la desesperanza que a uno le invade a uno frente a sí mismo y frente a la sociedad? ¿Pueden el arte, el amor o la amistad proporcionar un apoyo y devolver la fee n el futuro? AUTOR Nadia Smirnova (1998, Nizhny Novgorod). Rusa errante, graduada en Historia del Arte por la Universidad Complute