En quince relatos (más un epílogo), veinte escritores recrean grandes hitos de las comisiones obreras. Historias de "todos o ninguno", de valentía y resistencia, de derechos y libertad.
“Petra solía decir: ‘Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdida'. Hay algo que mi memoria no pudo ni quiso borrar: el ejemplo de la mujer que luchó sin dejar que la amargura la venciera. A eso se le llama valentía”. (Elvira Lindo)
“Ganamos perdiendo. O perdimos ganando, lo que prefieras. No pudieron con nosotros más que usando la fuerza, las amenazas, el chantaje. Desnudamos al régimen, y eso lo entendieron los que vinieron después”. (Isaac Rosa)
“Mi propia infancia como pastor de vacas, con hambre de ir a la escuela y aprender. No me sentía triste, pero sí rebelde. Fue la rebeldía lo que me liberó de la tristeza”. (Manuel Rivas)
“Allí mismo estuvo la fábrica de Seat, una de las columnas vertebrales del sistema, cuando este ya enfocaba toda su maquinaria propagandística a vender el espejismo de una nación optimista que caminaba con paso firme hacia el futuro”. (Benjamín Prado)
“El gerente se ha encerrado en su despacho. No recibe a nadie. No hace más que llamar por teléfono, pero es incapaz de resolver nada. No tenemos equipos de protección, ni material sanitario, ni respiradores, ni camas. No tenemos nada de nada”. (Unai Sordo y Bruno Estrada)