La historia del rock nos ha regalado momentos prodigiosos, canciones inolvidables y conciertos memorables. También a personajes singulares que gravitan sobre este circo y que son, en ocasiones, tristes protagonistas de historias que no han acabado bien. Sin esas leyendas, sin esas historias, sin los falsos mitos ni las medias verdades que las acompañan, no sabríamos qué ocurrió la noche de la muerte de Sam Cooke, ni cómo fue la última borrachera de Bon Scott, ni si B.B. King murió o no envenenado por su herencia. No hay músico en el Olimpo de los grandes elegidos que haya escapado al bulo o al rumor, de ahí que este libro –que sigue la estela del anterior Leyendas urbanas del rock del mismo autor– incida en este viaje por las entrañas de la música para presentar algunas de las historias más fascinantes y menos conocidas de la música rock.