Cuando te ves forzada a dejar atrás Nueva York y te enfrentas al pueblo de tu infancia en medio de la nada, lo último que esperas es encontrar al amor de tu vida. ¿Y si el proyecto más importante de tu vida resulta ser reconstruirte a ti misma desde los cimientos? Elizabeth lo tiene todo: un buen trabajo, una familia que la adora y la vida cómoda y segura que siempre deseó alcanzar en la gran ciudad. Solo que ese trabajo ya no la motiva tanto como solía hacerlo. Tampoco sabe muy bien cómo lidiar con el amor que la rodea. Y, aunque evite pensar en ello, su vida no es más que una cortina de humo que la protege de los recuerdos. Por eso, cuando se le presenta la oportunidad de diseñar un hotel en medio de un bosque, Elizabeth se lanza sin sospechar que, de la mano de la ilusión renovada y la promesa de libertad, llegarán también el doloroso pasado, los miedos casi olvidados y algo incluso más aterrador: él. Él, que es calma donde ella es tormenta.
Él, que está dispuesto a enseñarla a mirar el mundo sin prejuicios.
Él, que enfrenta su irritante orgullo con sonrisas que la hacen temblar. Y mientras los muros de su hotel se vayan alzando, Elizabeth descubrirá que los que ella construyó a su alrededor hace muchos años ya no son tan infranqueables. No para él.