Intensa y aderezada con mucha intriga, mentiras y chantajes. En esta segunda entrega de El juego perfecto, sufrirás y disfrutarás a partes iguales.
Emily no es consciente de ello, pero está atrapada en una relación tóxica. Justifica las malas actitudes de su novio, César, convenciéndose de que actúa así “porque la quiere”. Hasta que un golpe de realidad hace que no pueda buscar más excusas.
Roy es un joven compositor amante de la música y de la vida. Siempre sonríe, a todas horas, incluso cuando no está animado. Emily siempre ha tenido algo más que una amistad con él y este vínculo ahora se ha hecho más fuerte que nunca, sobre todo cuando la pasión entra en juego y un beso da a paso a otro. Por ahora, solo se consideran amigos y ninguno de los dos está interesado en otro tipo de relación. Pero, del mismo modo que fue inevitable que Emily viera la verdad de César, un día deberá entender la verdad que hay en su corazón.