La única preocupación de Mario y Joaquín es llegar a tiempo al examen de Latín, y aprobarlo, claro. Pero llueve, hay mucho tráfico y, de pronto, el padre de Mario no puede evitar atropellar a un hombre de rasgos árabes. A pesar de la herida que tiene en la cabeza, Ahmed dice estar bien y se niega a ir al hospital...