El resentimiento genera identidad y está en el origen de la ola identitaria actual. Algunas expresiones del feminismo radical, el nacionalismo étnico y otras causas identitarias, tienen en el resentimiento su referencia seminal. Los sentimientos importan, y mucho, a la hora de construir nuestras identidades. La historia de la humanidad es una realidad donde las condiciones materiales han jugado y juegan un papel fundamental, pero la historia es también el escenario al que concurren las personas y los personajes como protagonistas. La historia es, por lo tanto, fruto tanto de las condiciones físicas y materiales como de los afectos y sentimientos de quienes la protagonizan. El deseo, la envidia, la venganza, el odio y el amor son sentimientos poderosos que han condicionado el devenir humano, pero es el resentimiento quien ocupa un lugar determinante en la historia de las naciones y de las sociedades. Nietzsche fue el primero en reflexionar sobre la importancia del resentimiento en la urdimbre cultural y política de la humanidad. Cuando la retórica suplanta al razonamiento y la emotividad a la razón, los se