No es una enfermedad sagrada, ni un mal hercúleo, ni una patología propia de lunáticos. Tampoco se cura con hierbas o viajando a la tumba de San Niceto o siendo devoto de los tres Reyes Magos. Son demasiados los falsos mitos que circulan desde la antigüedad en torno a la epilepsia por lo que, cuando alguien recibe el diagnóstico, todo son dudas, miedos y prejuicios. Se trata de una enfermedad que afecta a una de cada cien personas y, en la actualidad, se puede lograr el control total en más del 70% de los casos, o llegar a curarse con un tratamiento adecuado. Este libro está dirigido tanto a pacientes como a familiares, psicólogos, personal sanitario y todos aquellos interesados en conocer la realidad de esta enfermedad. Proporciona información centrada en aspectos clínicos así como en sus tratamientos, al tiempo que desmonta todo tipo de supercherías: la epilepsia no convierte al paciente en un enfermo mental, no es transmisible ni hereditaria y, a pesar de que las crisis más conocidas son las convulsivas, hay diferentes manifestaciones. Sabremos, también, por qué está contraindicado introducir