Nerea Delgado ahonda en estas páginas en el vértigo del amor y la nostalgia, en el bello peligro de empezar de nuevo «solos o en compañía» a pesar del miedo y del pasado, que nos ponen en alerta pero no nos frenan. «Le quitaremos el frío a la definición de invierno. Arderá diciembre y lo veré en tus ojos». Somos hijos del invierno, nacimos del frío de nuestro pasado, de los copos de dolor y angustia que nos han llovido. Hemos renacido en este amor sorpresa, en este amor misterio que nos dice al oído «atrévete», que nos promete a la vez, de nuevo, la placidez del bosque y de la hoguera, la ambición del cerezo en flor.