La percepción profesional sobre un restaurante va mucho más allá de la gastronomía pues de manera consciente sabes que deberás elaborar un personalizado plan de negocios cuya virtualidad permitirá tomar adecuadas decisiones en la negociación de una diversidad de contratos, farragosos trámites burocráticos requeridos sobre licencias y autorizaciones en general, sobre el uso de recursos humanos y todo el proceso inherente, desde la oferta hasta la contratación laboral y los deberes propios de la seguridad social.
Con este magnífico manual que tiene entre sus manos puede prepararse para el logro de los requisitos exigidos al hostelero, en particularidad a las exigencias técnico constructivas (espacio requerido, materiales de fácil limpieza, condiciones de seguridad e higiene del trabajo, etc.), los suministros y equipos que debería recibir el local, atendiendo al tipo de cocina que desea poner en comercio y a la gestión de los costes en la restauración, evaluar con cuidado la seguridad alimentaria y los derechos que la acompañan, la sostenibilidad y la hoy indispensable gestión digital del futuro negocio. En fin, abrir un restaurante posee otra cara, casi siempre ignorada, que acompaña siempre al discurso puramente gastronómico: el cumplimiento de las normas técnicas y jurídicas propias del sector de la hostelería.