Un cura, obsesionado con las novelas de Dolores Redondo, vive una vida apacible en la parroquia de un pequeño pueblo de la Axarquía, hasta que irrumpe en la iglesia un forastero que le pide confesión por sus múltiples asesinatos.
En tanto el presunto asesino se confiesa, el sacerdote va desmontando una trama delictiva que ha sumido al pueblo en el terror. Los robos y las desapariciones de los propios vecinos se van sucediendo impunes con la complicidad del silencio que a sus paisanos inspira el miedo a ser las próximas víctimas.
La extraña relación de amistad que se establece entre confesor y confesado, a medida que se conocen, se combina con la búsqueda implacable de la verdad por parte del sacerdote, quien en su enfrentamiento contra el poder criminal, intocable hasta el momento, pondrá en riesgo su propia vida.