«... Verás, yo nací en un pueblo viejo, una calle llena de rincones, de rejillas, allí viví jugando, perreando como un canalla, todo el santo día, a todas horas, sí, un pueblo lleno de ancianos gruñendo, de comadres dando voces, y ya, por entonces, las mozuelas llevaban a todas partes su esplendor...».
Así arranca este libro río que narra, no la vida del gran Camarón de la Isla, sino a Camarón. A secas. Y su arte. Inmensos. Los aturdidores retratos de Lita Cabellut, su desgarro, su fuerza, acompañan la prosa verso de Javier Santiso. El trabajo de los dos, o de los tres, resulta en un homenaje a la vida, al arte más puro, a la belleza. Y al dolor que crea.