El afán actual por la innovación educativa nos hace olvidar la importancia de los conocimientos
eternos. En la búsqueda de enseñanzas que preparen a los jóvenes para el complejo
mañana, obviamos el incalculable valor de la sabiduría clásica. Actualmente, los pensadores
que han guiado a la humanidad durante milenios hacia la virtud están siendo reemplazados
por los influencers. Sin embargo, referentes como Aquiles no pueden ser sustituidos por los
famosos de las redes sociales.
Eduardo Infante acude a los grandes filósofos del mundo clásico para destacar la vigencia
de la virtud, una cualidad que da sentido que a nuestras vidas. El autor se pregunta cómo
alcanzarla y transmitirla a nuestros hijos e hijas, si es un don de la naturaleza o si podemos
aprenderla. Un libro de referencia para alumbrar un futuro más humano en el que vivamos
con propósito.