CADA DIEZ AÑOS SE CELEBRAN LAS PRUEBAS DEL SOL
Los elegidos para participar suelen ser los diez semidioses más dignos y poderosos. El ganador se convertirá en el Portador del Sol. El perdedor será sacrificado.
Teo es un Jade, hijo de Quetzal, diosa de las aves, y nunca ha tenido que preocuparse por las pruebas. Sabe que los candidatos obvios son los semidioses Dorados, como su amiga Niya y su archienemigo Aurelio.
Pero, por primera vez en mucho tiempo, Sol elige a dos semidioses que no son Dorados: a Xio, el hijo del dios Mala Suerte, y... a Teo.
Sin preparación ni poder, y con todo en contra, Teo se enfrentará al mayor desafío de su vida.