Berlín es una ciudad que bulle con una energía contagiosa a la que el viajero no podrá resistirse: con cafés, bares y clubes para todos los gustos, la vida nocturna alcanza niveles legendarios, el número de museos y galerías de arte es ingente y el panorama cultural, tremendamente variado y el panorama culinario crece a pasos agigantados y madura como el buen vino. Y todo ello en una ciudad donde el pasado siempre está presente y que está cuajada de lugares históricos que nos recuerdan la época dorada de Prusia, los años oscuros del Tercer Reich, el período de la Guerra Fría o la euforia de la reunificación. Con esta guía en mano, el visitante podrá descubrir lo mejor de lo mucho que ofrece esta ciudad sin parangón.