Creta es un tapiz de espléndidas playas, historia, paisajes espectaculares, viajes en ferri, más playas, ciudades vibrantes, pueblecitos de postal, paseos, excursiones y una increíble gastronomía que nunca se olvidará, como tampoco a sus lugareños, de espíritu generoso y amantes de sus tradiciones.
En esta pequeña gran isla se puede pasar una semana al volante por el cambiante paisaje y pasar de las altas montañas a mojarse los pies en el mar en 15 minutos. Tras explorar un millón de sitios se descubre que tan solo se han recorrido 100 km y que aún quedan tres cuartos de depósito lleno.