Raimundo Martín, un anciano poco corriente, afirma que el viajero perfecto es aquel que nunca llega a ninguna parte. Así, Raimundo Martín, ayudado por Mario, un conductor de ambulancias, inicia el último viaje de su vida. Durante el trayecto, ambos irán desvelando los pasajes más interesantes y ocultos de sus vidas; convirtiéndose en dos personajes entrañables e inolvidables que mantienen al lector en vilo.
La trama urdida por Iván García Campos (Premio Blanco Amor 2010) se apoya en una prosa ligera llena de revelaciones y chispazos inesperados, en la que hay espacio para el humor y el absurdo.
La obra está escrita con un estilo original, sincero, que presta atención a la descripción de los gestos y detalles, y a la reflexión.
Los personajes, que el lector descubrirá poco a poco, están llenos de matices y sorpresas. El autor, casi ausente, apenas se inmiscuye en sus cavilaciones.
El viajero perfecto es una bonita novela de viajes, pero no una novela de viajes al uso, donde lo importante no es tanto alcanzar la meta como disfrutar del camino y de sus gentes.
«Iván García Campos paréceme un dos escritores máis interesantes e máis orixinais da literatura galega actual.» (Eva Moreda, Biosbardia, 13 de abril de 2021)