¿Por qué Felipe II impulsó la construcción del monasterio de El Escorial?
Tal vez, la respuesta se encuentre en las estatuas de los seis reyes judíos que presiden la entrada a la basílica de El Escorial
¿Sabía que a lo largo de su vida Carlos I creyó ser el nuevo rey David y su hijo Felipe quiso emular al rey Salomón?
Ambos monarcas imitaron a los reyes bíblicos y, al igual que ellos, creyeron ser instrumentos en manos de su Dios. Así, Felipe II, como el rey Salomón, construyó un templo que pretendía ser el centro del mundo.
¿Y si Juan de Herrera no fue únicamente arquitecto sino también el mago de cabecera de Felipe II?
En El Escorial se creó un círculo de iniciados en el que, además de Juan de Herrera, destacó el bibliotecario Benito Arias Montano, experto en Cábala.
¿Fue Felipe el Rey Prudente, como lo llamaban los suyos, o el Demonio del Mediodía, como lo tildaron sus enemigos?
En las páginas de este libro le aguarda una biografía diferente de Felipe II y un retrato de una España habitada por herejes, beatas, místicos y alumbrados. Paseará por los pasillos y corredores de un monasterio de El Escorial desconocido, como lo era el monarca que impulsó su construcción para vivir y morir recluido en una pequeña alcoba rodeado de reliquias y cuadros de El Bosco.
«¡Fabulosamente documentado! Más de cinco siglos después, el misterio de El Escorial sigue vivo. Mariano F. Urresti es uno de los pocos investigadores que se ha acercado hasta la médula del misterio del monasterio hasta el punto de rozarlo con las yemas de los dedos». Nacho Ares, director de SER Historia