Todas las personas, las colectividades que conformamos y las instituciones que creamos, somos responsables de todo lo que acontece en nuestro entorno, de los aciertos y de los fallos. Un ejemplo de ello es el estado de nuestro medio ambiente, la defensa de nuestra historia o de nuestro ideario económico y social. En definitiva creamos una especie de mapa genético social y económico que necesitamos identificar para planificar la política económica. El objetivo de este libro es mostrar cómo la política económica ha de impulsar, condicionar, limitar o dirigir ciertos comportamientos humanos hacia una sociedad de bienestar más justa.