Zaragoza, años 40. La izquierda clandestina en Aragón trata de recomponerse tras un durísimo periodo de represión franquista. Los socialistas se reúnen en secreto en bares de obreros o en carpinterías, siempre con grandes precauciones, porque en la ciudad nadie se puede fiar de nadie. Ha acabado la Segunda Guerra Mundial y todos confían, desde la cárcel y en la calle, en que una vez vencidos Hitler y Mussolini las potencias aliadas derroten a Franco. Pero los planes de Estados Unidos y de Europa occidental pasan ahora por luchar contra el comunismo. Además del desánimo, los republicanos socialistas advierten que en sus filas existen traidores, porque la policía parece anticiparse siempre a sus pasos. Años de traición, de Javier Fernández, recrea una oscura etapa en la historia de Zaragoza, entre 1942 y 1948, cuando la cárcel de Torrero estaba repleta de republicanos que sufrían graves palizas e incluso la muerte. El autor ha echado mano de una precisa documentación, en la que no faltan los nazis refugiados en España, para retratar a la perfección un periodo tenebroso y muy desconocido. El res