Este libro muestra distintas iniciativas que contribuyen a un cambio en cuestiones básicas como comer, beber, habitar, calentarse, vestirse, moverse, comprar, informarse, participar y decrecer como contrapunto a maneras de vivir «derrochonas, depredadoras y violentas». La autora destaca que lo visible no es lo único posible y que hay muchas personas y colectivos que ya están creando y promoviendo alternativas que demuestran que mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, está cambiando el mundo, al promover una vida buena y sostenible. Estas alternativas no resolverán todos los problemas de inmediato, pero sí abordan las raíces y fomentan sinergias que abren horizontes esperanzados, reconociendo el impacto cultural y social de vivir de maneras más sostenibles y felices.