Benjamin Disraeli, primer ministro de Gran Bretaña, 1879. En la historia militar hay pocos conflictos tan fascinantes como la guerra británica-zulú de 1879: para las fuerzas imperiales británicas y sus tropas auxiliares coloniales, la invasión del Reino Zulú se presagiaba breve y fácil, teniendo en cuenta la diferencia tecnológica entre las armas de fuego europeas de los invasores y la panoplia, basada sobre todo en armas blancas, de los guerreros zulúes.